Para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, que se conmemora el próximo 7 de octubre, la Confederación Sindical Internacional solicitó un un aumento salarial urgente para aliviar la enorme presión a la que se encuentran sometidos los trabajadores, las trabajadoras y sus familias debido a la inflación generada por la especulación corporativa.
Luc Triangle, secretario general en funciones de la CSI, sostuvo: “Los salarios son fundamentales para el nuevo contrato social y constituyen la base de una economía sostenible y equitativa. Muchos empleadores se niegan a compartir la riqueza con los trabajadores que producen los bienes y proporcionan los servicios que generan dicha riqueza, y, dado que el fraude y la evasión fiscal corporativa han alcanzado máximos históricos, el sector público también se ve privado de los recursos que necesita para garantizar unos niveles salariales decentes».
En ese sentido, el informe de la organización reveló que la proporción de la riqueza mundial que se destina a los salarios ha disminuido un 13% en los últimos 40 años, pese a que la economía mundial se ha cuadruplicado. Lo cual se debe en gran medida a la disminución de la densidad sindical provocada por la erosión a largo plazo de los derechos de los trabajadores que se detalla en el Índice Global de los Derechos de la CSI.
El dirigente también agregó que «las personas que están afiliadas a un sindicato ganan entre un 10% y un 25% más que los trabajadores que no lo están, y el hecho de que en algunos centros de trabajo organizados estas mejoras salariales se aprecien menos se debe a que todos los trabajadores, incluidos los no afiliados, se benefician de alguna forma de las tarifas salariales negociadas por los sindicatos».
El documento también hace referencia a la brecha salarial de género, que actualmente ronda el 20% a escala global, destacando que, es sustancialmente inferior cuando las trabajadoras están organizadas, y, en muchos casos, prácticamente desaparece gracias a la negociación colectiva. (Fuente: LatamGremial)
