Iota es la trigésima tormenta tropical de este año en la región. La cantidad y fuerza de los huracanes este año se debe a varias causas, como la ausencia de un evento de El Niño, la temperatura del océano y los patrones atmosféricos, todos factores que ocurren en una era de cambio climático. Los expertos afirman que se están quedando sin superlativos para describir la situación.

 

Las agencias de Naciones Unidas advirtieron este martes en Ginebra sobre las catastróficas consecuencias del huracán Iota, el segundo gran ciclón tropical que azota Centroamérica en menos de dos semanas.

“Nos estamos quedando sin superlativos para esta temporada de huracanes en el Atlántico. Es un récord en todo el sentido de la palabra. Iota es la trigésima tormenta tropical nombrada de la temporada”, dijo Clare Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial.

Iota tocó tierra menos de dos semanas después de que el huracán Eta, que también fue un huracán de categoría cuatro muy fuerte, aterrizara a solo 25 kilómetros de distancia.

“Estamos teniendo estos enormes impactos que golpean básicamente la misma área. Nicaragua, Honduras y otras partes de Centroamérica no se han recuperado del huracán Eta, y ahora están siendo azotados por este nuevo y poderoso huracán", agregó Nullis.

Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, expresó que los trabajadores humanitarios aún estaban evaluando el alcance de los daños causados por Eta y ahora se están preparando para lidiar con un segundo impacto.

“Eta tocó tierra en la región y causó muerte y destrucción, con un total de casi cinco millones de personas afectadas. Iota, con sus fuertes vientos y lluvias muy intensas, puede causar inundaciones repentinas potencialmente mortales, inundaciones de ríos y deslizamientos de tierra, entre otras cosas porque el suelo ya está saturado por Eta”, advirtió.

Las agencias humanitarias de la ONU han hecho todo lo posible para prepararse para una temporada de huracanes severa.

“Pero ha resultado ser incluso peor de lo que pensábamos. Comenzó antes y terminará tarde. Por ejemplo, las continuas inundaciones en países como Guatemala, Honduras y Nicaragua afectarán la cosecha entrante, y esto ejercerá una gran presión sobre los agricultores de subsistencia y, aunque todavía es temprano, está bastante claro que esto extenderá la emergencia incluso hasta mediados de 2021", expresó Tomson Phiri, portavoz el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.

Un huracán catastrófico

El huracán Iota tocó tierra en Nicaragua el 17 de noviembre como una poderosa categoría 4 en la escala Saffir Simpson con vientos máximos de 250 km/h. Es el huracán atlántico más fuerte del año.

La Organización Meteorológica Mundial advierte que se trata de un huracán catastrófico que trae marejadas ciclónicas potencialmente mortales, vientos, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra a Centroamérica, así como hasta 750 mm de lluvia en lugares aislados.

Las inundaciones y los deslizamientos de tierra en Nicaragua y Honduras podrían verse agravados por los impactos continuos del huracán Eta porque las dos tormentas azotaron la misma ubicación general.

En la trayectoria pronosticada, Iota se moverá más hacia el interior a través del norte de Nicaragua este martes y a través del sur de Honduras. Iota se debilitó al tocar tierra a categoría 2 y se espera un debilitamiento rápido adicional a medida que la tormenta se disipe sobre América Central para el 18 de noviembre.

Honduras, el norte de Nicaragua, el sureste y centro de Guatemala y el sur de Belice recibirán 250 a 500 mm de lluvia; y El Salvador y Panamá 100 a 200 mm, con totales máximos aislados de 300 mm.

Esta lluvia conducirá a inundaciones repentinas e inundaciones de ríos importantes y potencialmente mortales, junto con deslizamientos de tierra en áreas de terreno más alto.

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