Ante la atenta mirada de los dirigentes, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, sostuvo que “la oración por la paz y la fraternidad es urgente” y no eludió la ausencia de la oposición al asegurar que el templo “es el lugar sagrado e indicado para rezar por la Patria”.

 

El presidente Alberto Fernández, ministros del gabinete nacional y referentes del Frente de Todos participaron este sábado de la denominada “Misa por la paz y la fraternidad de los argentinos” en la Basílica de Nuestra Señora del Luján, donde se pidió durante la homilía para que "nunca más la violencia se instale entre nosotros y ponga en peligro la convivencia democrática".

Sin la presencia de los sectores de la oposición que habían sido invitados y con el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, a cargo del oficio religioso, la misa contó con la presencia del jefe de Estado, quien se mostró visiblemente emocionado cuando llegó el momento de “dar la paz” a las personas que estaban en el templo.

En uno de los pasajes claves de la homilía, el arzobispo Scheinig pidió para que "nunca más la violencia se instale entre nosotros y ponga en peligro la convivencia democrática".

"La paz social está frágil y amenazada y nosotros somos responsables de asegurarla y cuidarla", dijo el arzobispo Scheinig, en referencia al contexto social luego de que la vicepresidenta Cristina Fernández sufriera un intento de asesinato al ingresar a su vivienda en el barrio porteño de Recoleta.

Ante la atenta mirada de los dirigentes del FdT, el arzobispo sostuvo que "la oración por la paz y la fraternidad es urgente" y no eludió la ausencia de la oposición al asegurar que el templo "es el lugar sagrado e indicado para rezar por la Patria".

"Nadie debería quedarse afuera de la casa de María de Luján, nadie debería quedarse afuera de la casa que es nuestra la Patria. Mucho lamentaría que se mal interprete este gesto. Cualquier mal interpretación no mancha a ella porque es inmaculada, sino que nos mancha a nosotros", señaló.

Y en esa línea, siguió "Jesús nos llama a no encerrarnos y que nos abramos para tener otro modelo de convivencia que consiste en el abrazo y no en el rechazo".

Scheinig remarcó que "la novedad es animarse a abrazar al otro desde las entrañas, perdonarlos de corazón, empezar de nuevo todas las veces que haga falta, romper la cadena del odio y apostar a salvarnos todos".

"Así como cuidaste la vida de la vicepresidenta de la Nación, te pedimos que sigas cuidando a todos los argentinos y que nunca más la violencia se instale entre nosotros poniendo en riesgo la convivencia democrática", leyeron desde el micrófono.

Al momento de hacer las intenciones, se rezó por la salud del exsenador nacional de Juntos por el Cambio Esteban Bullrich, quien permanece internado por una neumonía dentro del cuadro de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que padece.

En el último tramo de la celebración, el arzobispo exhortó a los presentes a repetir una famosa oración de San Francisco de Asís, en la que quien la pronuncia pide ser "un instrumento de la paz" y a poner "unión donde hay discordia".

Así, en un clima muy conmovedor por las palabras del arzobispo de Mercedes-Luján, luego de más de una hora, la misa concluyó con la bendición y un llamado insistente "a la paz social". (InfoGEi)

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