El ejercicio de la soberanía argentina sobre la Antártida Argentina se efectiviza en todos los aspectos que no se encuentran limitados por la firma del Tratado Antártico en 1959.

La primera vez que un argentino pisó la Antártida fue el 22 de febrero 1904, el mismo día que se izó la bandera nacional en un territorio que desde entonces nunca dejaría de tener nuestra presencia. Aquel primer hombre en el continente blanco fue Hugo Alberto Acuña, un joven bahiense de 18 años que integró la primera expedición a las islas Orcadas con el objetivo de recabar información metereológica para el Ministerio de Agricultura de la Nación.

Este antecedente, además de ser un gran aval en materia de soberanía, fue instituido el 26 de noviembre de 1974, a través de la ley Nº 20.827, publicada en Boletín Oficial 23.043, declarando el 22 de febrero como Día de la Antártida Argentina.

La Antártida Argentina o Sector Antártico Argentino, considerado como parte de nuestro territorio nacional, integra un área delimitada por los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur, que forma parte del que fuera Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, establecido por Decreto-Ley Nº 2129 de fecha 28 de febrero de 1957, hoy por ley provincial.

La Base Marambio ─que depende de la Fuerza Aérea Argentina─ funciona como la principal puerta de entrada de la logística nacional en este territorio. Desde 1947, cuenta con la mayor cantidad de campamentos científicos en el marco de Campaña Antártica de Verano.

También es la principal base científico militar permanente de Argentina y una de las más importantes de toda la Antártida.

El expresidente Juan Domingo Perón creó la División Antártida y Malvinas en 1948. Dicha entidad, a cargo de Cancillería, debía encargarse de todo lo “relacionado con la defensa de los derechos jurídicos argentinos sobre la Antártida Argentina, Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur”. Tres años más tarde, el exmandatario y su esposa, Eva Duarte, enviaron la primera expedición científica hacia esta región.

Desde entonces, la cuestión Malvinas y Antártida fue cobrando mayor relevancia en los asuntos públicos.

Seguinos

Las más leídas