El Consejo de Seguridad acaba de autorizar el establecimiento de una nueva fuerza internacional en Haití. No se trata de una misión de paz al uso, sino de una fuerza de represión para combatir a las bandas.
Una medida considerada como necesaria pero insuficiente, ya que no atiende cuestiones como la ayuda humanitaria, el desarrollo y la reforma de la gobernanza del país. Aún no está claro qué países la integrarán, ni quienes facilitarán su financiamiento.
A medida que las bandas de Haití continúan ampliando las zonas bajo su control y no dan señales de detener el terror que infunden a la población, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha autorizado el despliegue de una nueva fuerza internacional.
¿Qué es la Fuerza de Represión de las Bandas?
La Fuerza de Represión de las Pandillas (GSF) en Haití es una fuerza internacional recientemente autorizada por el Consejo de Seguridad, aunque no es una misión de paz de la ONU.
Con un mandato de 12 meses, esta fuerza de 5550 efectivos colaborará con las autoridades haitianas para neutralizar a las pandillas, proteger las infraestructuras y facilitar el acceso humanitario.
Su principal objetivo es proteger a las poblaciones vulnerables de la escalada de violencia y evitar los desplazamientos que esta provoca inevitablemente.
La resolución del Consejo de Seguridad fue copatrocinada por Panamá y Estados Unidos y refleja el apoyo internacional urgente a la crisis multidimensional que se ha venido desarrollando en Haití durante los últimos años.