Arranca en Sevilla la Cuarta Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo con la participación de más de 50 líderes mundiales, delegados de 150 países y 15.000 representantes de todos los ámbitos de la sociedad mundial. La ausencia de Estados Unidos no impide la aprobación del ambicioso Compromiso de Sevilla ni de la Plataforma de Acción.
Décadas de cooperación internacional han logrado avances como la reducción de la pobreza, la mejora en la atención sanitaria, el mayor acceso a la educación y la expansión de derechos para las mujeres.
Sin embargo, en su discurso inaugural de la Cuarta Conferencia sobre Financiación al Desarrollo, el Secretario General, António Guterres advirtió que estos logros están en peligro ante los múltiples desafíos que enfrenta el mundo: conflictos, crisis climática, desaceleración económica y el recorte a los presupuestos de la ayuda.
El mundo está en llamas, sacudido por las desigualdades, el caos climático y los conflictos: “La financiación es el motor del desarrollo y, en este momento, este motor está fallando”, dijo en la Conferencia, a la que asisten más de 50 líderes mundiales, más de 150 naciones y alrededor de 15.000 delegados.
“La Agenda 2030 está en riesgo”, explicó, refiriéndose al compromiso que los líderes mundiales alcanzaron en 2015 para hacer de nuestro mundo un mundo mejor, lo que quedó plasmado en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se necesitan más de cuatro billones de dólares al año para alcanzarlos.
“Estamos en Sevilla para cambiar el rumbo”, dijo Guterres a los líderes mundiales.
El gran ausente de la reunión es Estados Unidos, que se retiró de las negociaciones del llamado Compromiso de Sevilla, documento central de la Conferencia, que cierra una declaración de intenciones “más ambiciosa” precisamente por la retirada de Washington, ya que había intentado imponer restricciones, comentaron conocedores de las negociaciones.
Compromiso de Sevilla
Poco después de sus palabras, ese Compromiso se aprobaba por aclamación de los participantes en la cumbre y un gran aplauso.
El Compromiso de Sevilla es una promesa global con tres áreas prioritarias:
. Movilizar recursos nacionales e internacionales con mayor rapidez, fortaleciendo los sistemas fiscales, combatiendo los flujos financieros ilícitos y aumentando la inversión en sectores clave como salud, educación y energía renovable. Eso incluye triplicar la capacidad de préstamo de los bancos multilaterales de desarrollo y a buscar soluciones innovadoras que movilicen capital privado y público de forma conjunta
. Reformar profundamente el insostenible, injusto e inasequible sistema de deuda global. Para ello, se propone la creación de mecanismos de reestructuración justa, mayor transparencia y medidas como canjes de deuda y pausas de pago en emergencias
. Dar mayor voz a los países en desarrollo en la arquitectura financiera mundial y por establecer un sistema fiscal global más equitativo
“Esta conferencia no es caridad. Es justicia”, concluyó Guterres. “Es invertir en el futuro que queremos construir juntos”.