La medida de fuerza fue convocada por la Central Única de los Trabajadores y Fuerza Sindical, las dos organizaciones más importantes.

 

Las centrales sindicales brasileras iniciaron la primera huelga general contra el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, con el rechazo a la reforma del sistema previsional como principal reclamo.

La medida de fuerza fue convocada por la Central Única de los Trabajadores y Fuerza Sindical, las dos organizaciones más importante y tradicionalmente enfrentadas entre sí.

También respaldan la medida las otras diez organizaciones gremiales de alcance nacional, informó la agencia de noticias ANSA.

En San Pablo, la ciudad más poblada del país, la huelga afectaba parcialmente el subte, con algunas estaciones cerradas en las primeras horas de la mañana, pero no se sentía en los colectivos urbanos, que circulaban con normalidad.

Los sindicatos de profesores estaduales y municipales también adhirieron a la medida, a que también respaldan los bancarios del estado de Sao Paulo, el más rico de Brasil.

El Sindicato de los Metalúrgicos del gran San Pablo indicó que en el cordón industrial paulista el paro fue apoyado en algunas fábricas, entre ellas en la planta de Mercedes Benz.

En Brasilia se registraron alteraciones en el transporte, con un paro total de choferes de ómnibus y con los conductores de subte manteniendo una medida de fuerza de huelga parcial que cumple 40 días.

En la capital tampoco hubo clases en varias escuelas públicas ni en la Universidad de Brasilia.