El informe “Hacer las paces con la naturaleza” (PNUMA) pide, entre otras cosas, acabar con el uso de combustibles fósiles y eliminar los subsidios a las industrias extractoras y productoras de ese y los demás sectores que degraden el medio ambiente.

 

Para los autores del estudio, los gobiernos no deben gravar el trabajo o la producción sino el uso dañino de los recursos naturales. Asimismo, consideran que el desempeño económico debería valorar tanto la naturaleza como el Producto Interno Bruto.

Entre las acciones que pueden emprender los distintos sectores de la sociedad, el documento identifica:

. Los gobiernos pueden incluir el capital natural en las medidas de desempeño económico, poner un precio al carbono y reorientar billones de dólares que actualmente se destinan a subsidiar los combustibles fósiles o la agricultura y el transporte no sostenibles hacia soluciones bajas en carbono

. Las organizaciones internacionales pueden promover el enfoque de “Una sola salud” (humana, animal y ambiental) y metas Internacionales ambiciosas para la biodiversidad, como las redes de áreas protegidas más amplias 

. Las organizaciones financieras pueden dejar de extender préstamos a proyectos de combustibles fósiles y desarrollar mecanismos de financiamiento innovadores para la conservación de la biodiversidad y la agricultura sostenible 

. Las empresas pueden adoptar los principios de la economía circular para minimizar el uso de recursos y los residuos, y comprometerse a mantener cadenas de suministro transparentes y libres de deforestación

. Las organizaciones no gubernamentales pueden crear redes de diversos actores para garantizar su plena participación en las decisiones sobre el uso sostenible de los recursos 

. Las organizaciones científicas pueden proponer tecnologías y políticas de punta para reducir las emisiones de carbono, aumentar la eficiencia de recursos y elevar la resiliencia de ciudades, industrias, comunidades y ecosistemas 

. Las personas pueden reconsiderar su relación con la naturaleza, aprender acerca de la sostenibilidad, cambiar sus hábitos para reducir el desperdicio de alimentos, agua y energía, y adoptar dietas más saludables 

Año decisivo

En la conferencia de prensa de presentación del informe, el Secretario General consideró que las conferencias internacionales que celebrará la Asamblea General de la ONU sobre cambio climático, productos químicos, biodiversidad, desertificación y océanos, pueden dar impulso al cambio de rumbo hacia la sostenibilidad.

En este sentido, se refirió con esperanza a la readhesión de Estados Unidos al Acuerdo de París.

“Esto fortalece la acción global. El compromiso del presidente Joe Biden con las emisiones netas cero significa que los países que producen dos tercios de la contaminación mundial por carbono están persiguiendo el objetivo de la neutralidad del carbono para 2050”, dijo António Guterres, aludiendo al compromiso de China.

“Pero tenemos que hacer que esta coalición sea verdaderamente global y transformadora”, acotó.

Recordó que el nuevo gobierno de Estados Unidos ya tomó una serie de medidas en diferentes aspectos relacionados con la energía y el clima, además de anunciar que reiniciaría su apoyo financiero al mundo en desarrollo con respecto al cambio climático.

Cuando se le preguntó cuáles serían las primeras medidas que esperaría de parte de ese país, Guterres respondió que habría dos contribuciones fundamentales: primero, un compromiso de reducción significativa de sus emisiones de carbono para 2030, y segundo, un compromiso sólido con la negociación internacional necesaria para el éxito de la COP26.

“Debemos construir una coalición global para el cero neto. Debemos poner un nuevo énfasis en la adaptación y cambiar del 20% al 50% el financiamiento a la adaptación [al cambio climático], y debemos garantizar al mundo en desarrollo que se cumplirán las promesas que se hicieron en París, es decir, aportar 100.000 millones de dólares en fondos para la adaptación y mitigación, así como la movilización de las instituciones financieras internacionales y la creación de condiciones para que el sector privado invierta masivamente en la acción climática, no sólo  en el Norte global, sino también en el Sur global”, puntualizó.

 Finalmente, el Secretario General insistió en que el 2021 es el año decisivo para el planeta y para la humanidad. “No es demasiado tarde, pero debemos asegurarnos no sólo de crear las condiciones para una reducción drástica de emisiones en la próxima década de manera de limitar a 1,5 grados el aumento de la temperatura. Este es el año en el que necesitamos tener un nuevo marco para preservar la biodiversidad, y este es el año en el que debemos tomar una serie de medidas cruciales para reducir la contaminación. Quiero decir, es un año de éxito o fracaso porque los riesgos de que las cosas se vuelvan irreversibles están ganando cada vez más terreno”.