En la jornada para conmemorar a los cascos azules caídos.

 

El año pasado, los trabajadores militares de las operaciones de paz de las Naciones Unidas muertos en ejercicio de sus funciones sumaron 83. El líder de la Organización les rindió tributo este 29 de mayo. En la jornada dedicada a los cascos azules, también se enfatizó el papel de las mujeres en las misiones de paz.

El 29 de mayo de cada año, las Naciones Unidas reconocen la contribución del personal uniformado y civil que trabaja en las operaciones de mantenimiento de la paz de la Organización y rinde homenaje a los más de 3900 integrantes de esas misiones que han perdido la vida desempeñando su labor desde 1948. En 2019, esas víctimas llegaron a 102.

Este año, el Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas se conmemora en el complejo escenario planteado por la pandemia de COVID-19 en todo el mundo. La emergencia multiplica las dificultades y amenazas que afrontan los trabajadores de la paz mientras llevan a cabo su tarea de protección a la población de los países en lo que se encuentran desplegados.

Sin embargo, ese personal continúa su trabajo en la medida de las posibilidades y sigue ayudando a los gobiernos y poblaciones locales.

Las mujeres y el mantenimiento de la paz

La jornada internacional destaca en esta ocasión el papel de las mujeres en los procesos de paz, marcando el vigésimo aniversario de la aprobación de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad que, entre otros puntos, insta a los Estados miembros a aumentar la representación de la mujer en todos los niveles de toma de decisiones “de las instituciones y mecanismos nacionales, regionales e internacionales para la prevención, gestión y solución de conflictos”. 

En un mensaje de video para la ocasión, el Secretario General de las Naciones Unidas recuerda que más de un millón de hombres y mujeres han prestado sus servicios en las operaciones de paz y agradece el trabajo de los 95.000 empleados y empleadas civiles, militares y de policía que actualmente están desplegados en diferentes lugares del mundo.

“Estos hombres y mujeres se enfrentan a uno de los mayores desafíos: cumplir sus mandatos en materia de paz y seguridad al tiempo que ayudan a los países a hacer frente a la pandemia del COVID-19”, dice António Guterres.

El mensaje se refiere al trabajo de las mujeres, afirmando que a menudo tienen mayor acceso en las comunidades a las que prestan servicio, lo que permite mejorar la protección de los civiles, promover los derechos humanos y optimizar el desempeño y cumplimiento general de sus mandatos.