Para detener el coronavirus es necesario detectar todos los casos.

 

Los países tienen que hacer las pruebas de todos los casos sospechosos de COVID-19, ha alertado este lunes la agencia de la ONU encargada de vigilar por la salud pública mundial, que ha destacado también que los niños no dejan de ser una población de riesgo. Además, ha solicitado la colaboración de los ciudadanos en España, mientras que a México le ha recomendado que reduzca las concentraciones de personas.

"No podemos sofocar un incendio a ciegas y no se puede detener una pandemia si no sabe quién está infectado" ha afirmado el director general de la Organización Mundial de la Salud este lunes, quien ha tenido un mensaje muy claro para todos los países: hagan pruebas para detectar todos los casos sospechosos y para saber dónde se encuentra el virus.

El doctor Tedros Adhanom Gebreyesus explicó que durante la última semana se ha apreciado un aumento mundial de la propagación del coronavirus COVID-19. Ya no solo el número de casos es mayor en el resto del mundo que en China, epicentro del origen del virus, sino también de las muertes.

Observó asimismo que se ha apreciado un rápido crecimiento en las medidas de distanciamiento social, como el cierre de escuelas y la cancelación de eventos deportivos y otras reuniones, así como de la aplicación de medidas higiénicas.

"Las medidas de distanciamiento social pueden ayudar a reducir la transmisión y permitir que los sistemas de salud hagan frente a la situación", aseguró mientras que "lavarse las manos o toser en el codo puede reducir el riesgo para uno mismo y para los demás".

Sin embargo, destacó que "ninguna basta por sí misma para detener la propagación del virus" y explicó que lo que no se ha observado es un aumento "lo suficientemente urgente de las pruebas, el aislamiento y el rastreo de contactos", lo que describió como "la columna vertebral de la respuesta" a la lucha contra el COVID-19.

"La forma más efectiva de prevenir infecciones y salvar vidas es romper las cadenas de transmisión. Y para hacer eso, se deben hacer pruebas" y "tomar medidas para aislar los casos positivos", agregó.

"Tenemos un mensaje simple para todos los países: hagan pruebas, hagan pruebas, hagan pruebas. Hagan una prueba de cada caso sospechoso. Si dan positivo, aíslenlos y descubran con quién han estado en contacto cercano hasta dos días antes de que desarrollaran síntomas, y hagan pruebas a esas personas también”.

Informó de que todos los días se están fabricando los kits de laboratorio para satisfacer la demanda global de análisis. La Organización Mundial de la Salud ha enviado casi 1,5 millones de esas pruebas a 120 países.

"Estamos trabajando con las empresas para aumentar la disponibilidad de pruebas para los más necesitados", agregó.

Tedros también indicó que la OMS recomienda que todos los casos confirmados, incluso los leves, queden confinados en centros de salud, para evitar la transmisión y proporcionar una atención adecuada.

Reconoció que muchos países ya han excedido su capacidad para atender casos leves en centros de salud especializados y aconsejó que, en esa situación, los países den prioridad a los pacientes mayores y aquellos que ya tienen otras afecciones.

Comentó que algunos países han ampliado su capacidad de respuesta mediante el uso de estadios y gimnasios para atender casos leves, mientras derivan la atención de los casos graves y críticos a hospitales. Otra opción, dijo es aislar y atender a los pacientes con síntomas leves en su hogar, pero indicó que esta situación puede poner en riesgo a los cuidadores, por lo que se les debe dar instrucciones de cómo actuar: por ejemplo, paciente y cuidador deben llevar una máscara cuando estén en la misma habitación.