Con la puesta en órbita del Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar (SABIA-Mar), prevista, según los expertos, para 2025, se espera obtener información valiosa sobre la productividad primaria del mar, los ecosistemas marinos, el ciclo del carbono, la dinámica de las aguas costeras, el manejo de recursos pesqueros y la calidad del agua en costas y estuarios.

 

El satélite argentino, que tiene un peso estimado de 700 kilogramos y una envergadura de nueve metros, se desarrolla en el marco del Plan Nacional Espacial que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), con la participación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Además, están involucradas empresas del sistema científico y técnico nacional, como INVAP. Recientemente, el proyecto terminó una etapa crucial: la revisión crítica de diseño.

Es una fase en la que intervienen expertos externos a la misión, tanto nacionales como internacionales, quienes hacen una revisión general de cómo se está llevando adelante el proyecto, con un enfoque multidisciplinar. Es, sin dudas, un hito en todo el proceso”, aseguró Carolina Tauro, investigadora principal de la Misión.

El aporte de expertos

Para Tauro, obtener la visión de expertos para abordar distintos problemas es enriquecedor. “Recibir las observaciones e intercambios de referentes en diversas áreas es una experiencia muy productiva, sobre todo, porque estas nuevas perspectivas te pueden dar otro punto de vista. Además, la valoración que hicieron de todo lo hecho hasta ahora fue muy positiva”, subrayó.

En tal sentido, Tauro explicó que todo el proyecto de SABIA-Mar está integrado por profesionales de distintas formaciones por lo que la interdisciplina se convierte en uno de los ejes centrales del trabajo. “Sería imposible pensar algo así desde un solo punto de vista, por lo que el continuo diálogo es desafiante y, al mismo tiempo, enriquecedor”, sostuvo.

Proyecto multipropósito

Tauro detalla que serán muchos los usuarios que van a disponer de los datos y la información que reúna este satélite: “En principio, el sistema de ciencia y tecnología nacional, más otros organismos regionales e internacionales. Esto incluye tanto al CONICET como a institutos especializados en el estudio del mar o del agua, como el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero”.

A ello se le sumarán programas interministeriales, como Pampa Azul, la Armada y Prefectura Nacional para función de soporte en tareas de vigilancia y diversos actores sociales regionales cuya economía regional se basa, por ejemplo, en la actividad pesquera o en el turismo. “Vamos a poder contribuir al manejo de la pesquería y la acuicultura desde varios lugares”, aseguró la investigadora. (InfoGEI)